friki de la bioquímica y del rendimiento deportivo
entrenador de triatlón, ciclismo y carrera a pie.


por Juanjo Martínez

13 de octubre de 2015


Specialized nos ofrece algunas conclusiones de su túnel del viento en su campaña #aeroiseverything, algunas con demasiadas lagunas de información, como la velocidad a la que se configuró el túnel del viento, ángulo de incidencia, etc. necesarias para hacer estimaciones que se pudieran aplicar a la carretera.

En 1987 un estudio del ingeniero pionero en aerodinámica Chester Kyle estimó para la revista Bicycling que las piernas sin afeitar podían aumentar el DRAG (resistencia aerodinámica) en un 0,6%, lo que supondría 5” en una hora a 37km/h. Para ello Kyle utilizó una pierna falsa con pelo pegado o sin pelo. Obviamente las cifras de velocidades, viento, potencia estimada y ganancias son menores a menor velocidad, y también se pueden elevar para obtener datos más sonoros como estos, pero de cualquier modo es gracioso e interesante a la vez.

Son tres vídeos, en el primero de ellos se estima que las piernas depiladas supondrían una ventaja de 82” en una contrarreloj de 40km. En el segundo se valora el afeitado de la barba, tan de moda nuevamente, pero el resultado no ofrece variación significativa, (menos de 1”). Y en el tercero son los brazos los que se ponen a examen, donde la ventaja de llevarlos rasurados se estima en 19”, todos ellos bajo las mismas condiciones de 40km TT.


Os dejo el enlace a los tres vídeos:

Piernas: https://youtu.be/DZnrE17Jg3I
Barba: https://youtu.be/FkmCLOjk2h8
Brazos: https://youtu.be/h_C8K9x47q0



Es normal dormir mal antes de un evento competitivo, pero no guarda relación con disminuir el rendimiento relativo.

En un estudio de 2014 sobre 103 atletas y su conducta de descanso, se vio que casi el 70% experimentan un sueño más pobre de lo habitual. Ello conlleva una percepción de la fatiga aumentada (parámetro subjetivo) y una tensión arterial más elevada (parámetro objetivo), ambos debidos a la calidad del sueño y al tiempo total de sueño. La tensión se correlacionó positivamente con el número de despertares (ruidos, necesidad de ir al baño y sueño intranquilo por el cambio de patrón horario), sin embargo, no demostró ninguna relación significativa con el rendimiento deportivo relativo, es decir, si ibas a quedarte en el segundo repecho y has dormido mal, te ibas a quedar de todas formas y viceversa (si has dormido bien, también).

Sin embargo, sabemos que la percepción subjetiva de esfuerzo puede representar una variación muy importante entre dos rendimientos deportivos inicialmente idénticos. Si nos empecinamos en convencernos de que nuestro descanso ha sido muy malo, nuestro rendimiento podrá ser muy malo, por lo que no dejes que tu sensación de cómo has dormido pueda más que tú.

Enlace al estudio: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24444196
Vía @YLMSportScience


Siempre hemos creído que la actividad física era saludable, pero el deporte de competición no. Tristemente es porque muchas veces hemos asociado no sólo las adaptaciones que se producen en nuestro cuerpo, sino también los riesgos que se han llegado a asumir en esas competiciones (hablo de lesiones, dopaje, etc.)

Sin embargo los últimos estudios (1) evidencian que el deporte de resistencia llevado al extremo está relacionado con una mayor esperanza de vida, y aquí os dejo algunas revisiones de artículos. En un estudio (2) realizado con 834 ciclistas que disputaron el Tour de Francia entre los años 1930 y 1964 encontramos un aumento muy significativo en la longevidad media (17%) de los ciclistas en comparación con la población general. La edad en la que el 50% de la población general murió fue 73,5 vs. 81,5 años en los participantes del Tour.

En éste otro (3), sobre 2613 deportistas finlandeses que participaron en los JJOO, Campeonatos de Europa y del Mundo, se observó que la esperanza de vida media en deportes de resistencia era de 75,6 años, mientras que en disciplinas de potencia era de 71,5 respecto a los 69,9 que computaron 1712 adultos sedentarios.

El que probablemente llame más la atención es éste (5). No es un estudio científico, ya que n=2 no arroja datos suficientemente significativos, pero compara dos hermanas de altura/peso similar, una de ellas atleta profesional de 1500m, 26 años, que entrena doble sesión, y la otra ingeniera en telecomunicaciones, 25 años y físicamente sedentaria (a pesar de haber sido deportista de joven. Se monitoriza la FC durante 24h, mientras hacen lo siguiente:

E.D.P. (deportista) 
- Primera sesión: 30’ carrera continua aero extensiva 50-60% VO2máx + estiramientos + rehabilitación 
 - Segunda sesión: 30’ carrera al 70% VO2máx + 3x1K 100-105% VO2máx 
- Resto del día, actividad normal profesional en su casa 

 L.D.P. (sedentaria) 
- Actividad normal profesional en su puesto de trabajo

Los datos los tenéis en la imagen, pero son muy llamativos. Pese al error de computar 5’10” más, el corazón “deportista” latió 78.043 veces (77.774 reales) por 103.386 de su hermana, es decir, ¡más de una cuarta parte menos (-25,4%)!.


Muchos autores apoyan la idea de que un corazón de mayor tamaño (mayor volumen sistólico y mayor GC) permite desarrollar cualquier ejercicio submáximo a un menor porcentaje del VO2max, por lo que experimentan menor percepción de fatiga y menor incremento de la tensión arterial durante cualquier ejercicio (4). Eso nos lleva a tener aumentado el “uso” del sistema cardiorespiratorio durante la actividad física respecto al “soffing”, pero a utilizarlo menos durante el resto del día gracias a una mayor eficiencia. Esto desmonta el mito de que la competición es perjudicial, lo queramos creer o no, pero si algo tenemos MUY claro, es que el sedentarismo es mucho más peligroso.

(1) J.R Ruiz, M.Morán, J.Arenas, A.Lucia. Strenuous endurance exercise improves life expectancy: it's in our genes. Br J Sports Med doi:10.1136/bjsm.2010.075085 
(2) Sanchis-Gomar, Olaso-Gonzalez G, Corella D, Gomez-Cabrera MC, Increased average longevity among the "Tour de France" cyclists. Vina J.Int J Sports Med. 2011 Aug;32:644-7. doi: 10.1055/s-0031-1271711. Epub 2011 May 26.
(3) Sarna S, Sahi T, Koskenvuo M, Kaprio J. Increased life expectancy of world class male athletes. Med Sci Sports Exerc 1993; 25: 237-44. 
(4) Shephard RJ. The athlete´s heart: is big beautiful?. Br J Sports Med 1996; 30: 5-10.
(5) Fuente: G-SE García Verdugo, M.