Viendo los anuncios de la tele y estanterías del supermercado, uno no termina de creerse que estadísticamente el 90% de la población española sea capaz de digerir la lactosa. Me cuesta pensar que toda esta tendencia publicitaria vaya enfocada a ese pequeño 10% de personas intolerantes (15% si hacemos caso a la Asociación de Intolerantes a la Lactosa de España (ADILAC)). Pero claro, si lo vendemos con mentiras como “mañanas ligeras”, “fácil digestión”, y demás, al final ese 90% cree que va a obtener beneficios por consumir leche sin lactosa.
Es cierto que la etnia es muy influyente a la hora de determinar la tolerancia, hay una marcación genética en la producción de lactasa (la enzima que hidroliza la lactosa). Por ejemplo, los árabes, africanos y tailandeses producen menos (83-98%), por lo que digieren peor, pero también los suecos e ingleses producen más y por tanto son muy tolerantes (1-6%). De cualquier forma en España no cuela lo de “8 de cada 10 personas declaran que se digiere mejor” (mensaje de Kaiku), porque eso supondría un 88,9% y manda la estadística a paseo.
Otro error es pensar que si no lleva lactosa, lleva menos azúcares. Ya que la forma de eliminar la lactosa no es extrayéndola, sino hidrolizándola añadiendo la enzima que rompe el enlace o-glucosídico que une los dos monosacáridos que la conforman, glucosa y galactosa; de ahí que la leche sin lactosa tenga un sabor ligeramente más dulce y un insignificantemente mayor índice glucémico. Tiene exactamente la misma cantidad de carbohidratos, pero más simples. El nombre real debería ser “leche (o preparado lácteo) con lactosa hidrolizada”, pero entonces vendería lo mismo que una cinta de Los Panchos en una gasolinera.
Como resumen, no existen beneficios por tomar leche sin lactosa cuando NO eres intolerante, y encima puedes ponerte trabas a ti mismo, como desadaptarte temporalmente a la lactosa y que al cabo del tiempo te siente mal, o reducir la absorción de calcio.
Os dejo algunas evidencias científicas explicadas muy simples. Y si quieres saber si eres intolerante a la lactosa, hay pruebas médicas de análisis de sangre o hidrógeno en el aliento.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/7776987 - Personas que se consideran muy intolerantes a la lactosa no presentan diferencias significativas en un estudio cruzado aleatorizado doble ciego donde se analizaron 30 sujetos (21 de ellos clasificados como intolerantes y 9 que sí la toleraban). Divididos en dos grupos, en uno tomaban 240ml de leche sin lactosa y el otro 240ml de leche sin hidrolizar. Lo que determina que para ciertas cantidades no son necesarias las ayudas en la digestión o los productos específicos.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20385250 - En este otro estudio prospectivo sobre 353 casos se concluye que muchas veces se atribuyen erróneamente síntomas de mala absorción de la lactosa y tendencia a amplificarlos cuando se cree intolerante.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9129483 - Aquí se representan tres poblaciones, 19 personas que se definen a si mismos como muy intolerantes a la lactosa, 13 que negaron intolerancia y 10 persistentes a la lactasa (que deberían poder digerirla), pero que creían lo contrario. El estudio se realizó con 240ml, en esta ocasión dos veces al día, también con las dos versiones de leche. Los resultados ofrecieron un “barullo” de respuestas que estadísticamente muestran una puntuación alta en la escala de la mentira, con resultados de escasa validez.